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21 de febrero de 2012

La dictadura franquista

En 1939 terminó la Guerra Civil Española con la victoria de los nacionales. El 1 de octubre del mismo año Francisco Franco fue nombrado jefe de Estado de España. Así pues, de 1939 a 1975 Franco, también llamado el Caudillo, ejerció como jefe de Estado con una ideología fascista, conservadora, anticomunista y católica. 36 años de dictadura vieron su fin con la muerte de Franco.

Durante esos años España vivía aletargada bajo las leyes, reglas y prohibiciones del Jefe de Estado. No había una constitución, ni evidentemente libertad de expresión, ni partidos políticos, referéndum o votaciones: el Caudillo gobernaba el país y los ciudadanos no tenían ni voz ni voto. Esta dictadura militar mantuvo al país aislado internacionalmente, políticamente y también económicamente.

En los primeros años de la dictadura y así los años de la posguerra, hubo un claro bando entre los vencedores y los vencidos y las familias que habían estado apoyando al bando nacional en la guerra recibían favoritismos. Además, hubo escasez de alimentos, persecución política y, claro está, una represión desmedida. Se impuso una prohibición de manifestar la diversidad lingüística y cultural del estado, se censuró la prensa y se persiguió cualquier tipo de religión o ideología que no fueran acordes con el régimen franquista. Acabada la guerra, 180.000 españoles optaron por el exilio, 140.000 de los cuales fueron a Francia y acabaron en campos de concentración. Éstos tenían que ser tratados como refugiados pero acabaron siendo tratados como prisioneros. Durante los primeros años de la dictadura se ejecutaron a 28.000 personas por motivos políticos y las autoridades borraron todo signo republicano y se llenaron las calles de símbolos de los nacionales y la mayoría de las plazas cambiaron su nombre por los de los héroes nacionales o del Caudillo.

Evidentemente, durante los años de la dictadura, Franco tenía todo el poder político en España. El nacionalcatolicismo era la ideología que imperaba así pues la Iglesia estaba a favor de la dictadura y hubo una estricta moral católica dominando la sociedad y la educación. En 1946 el país fue declarado “reino” y el dictador se apoderó del poder de proponer su futuro sucesor. Franco nunca renegó de su fidelidad a la monarquía pero don Juan de Borbón tenía posturas claramente democráticas y eso al Caudillo no le gustaba. En 1969, el Caudillo nombra a Juan Carlos de Borbón, príncipe de España, como sucesor a título de Rey. Juan Carlos es nieto de Alfonso XIII, que fue rey de 1882 a 1931. El padre de Juan Carlos, Juan de Borbón, hubiera tenido que ser el sucesor pero Franco se opuso porque éste tenía ideas demasiado progresistas. Dos días antes de morir, Franco nombró Rey de España a Juan Carlos de Borbón. Juan Carlos I debía seguir con el legado del general, es decir, una dictadura conservadora. Juan Carlos simpatizó con Franco durante muchos años y siempre le acompañaba a las fiestas nacionales para darle apoyo. No obstante, cuando el general murió, el Rey eligió seguir por otro camino muy diferente…

4 de diciembre de 2011

España a principios del siglo XX

A principios del siglo XX España vivía inmersa en una gran crisis económica y la política era muy inestable. Alfonso XIII de Borbón fue el rey de España desde su nacimiento (1886) hasta la proclamación de la II República (1931). María Cristina de Habsburgo-Lorena fue la regente hasta que Alfonso XIII, su hijo, cumplió 16 años, en 1902. La política era inestable y los partidos republicanos y los movimientos obreros fueron ganando posiciones ya que los campesinos eran los más afectados por la crisis. A principios de siglo, como ya sabemos, se produjo la revolución industrial y el sistema monárquico que había en España no encajaba con la revolución ni con la democracia en estado puro. Así pues, en 1923, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado con el apoyo de los militares y con permiso del rey, Alfonso XIII. Con el golpe de Estado Miguel Primo de Rivera encabezó una dictadura que duró ocho años. El rey le nombró presidente del gobierno y gobernó el país como dictador militar. Los únicos que estaban en contra de ese gobierno eran los republicanos, pero no pudieron defender su punto de vista a causa de la censura y la represión. Durante esos años la economía se reestableció pero los ciudadanos no estaban contentos con el rey por permitir una dictadura. No obstante, el mismo Primo de Rivera presentó su dimisión al rey y se convocaron elecciones. La victoria fue para la izquierda y el rey abandonó España renunciando así a su trono. Así fue como el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española.

Durante los años de la República se hizo la primera Constitución (1931) de carácter democrático y muy avanzado a sus tiempos. Hubo reformas pero también hubo crisis políticas. En 1936 hubo elecciones y de nuevo ganaron las izquierdas. Pero el 16 de julio del mismo año se produjo una sublevación militar que estaba en contra de la República y su gobierno. El fracaso de la misma desencadenó en la Guerra Civil Española (1936-1939) que enfrentaría a republicanos y nacionales.
Noviembre 1936
Noviembre 1938

Los republicanos eran los obreros, los del Frente Popular, marxistas y/o comunistas mientras que los nacionales estaban encabezados por Francisco Franco, respaldados por los sectores de la iglesia y conservadores. Durante tres años se vivieron combates y bombardeos entre rojos y sublevados hasta que el 1 de abril de 1939 Francisco Franco dio por terminada la guerra puesto que el bando republicano había perdido. Las consecuencias de la Guerra Civil Española no son nada buenas: hubieron miles de muertos y pocos nacimientos, muchas ciudades quedaron destruidas y las voces de la población fueron calladas dando así como resultado poca literatura y mucha represión. Al terminar la Guerra Civil también se dio fin a la II República Española. Y fue cuando empezó la dictadura franquista, que duró hasta 1975, cuando el Generalísimo murió.