El turismo sostenible es viajar a un lugar de vacaciones teniendo respeto por el medio natural, cultural y social. Por consiguiente, este tipo de turismo quiere comprometerse con la sostenibilidad de la zona a la vez que contribuir a la economía ofreciendo empleos a la gente local.
El turismo es una gran fuente de ingresos para un país, de eso no cabe duda: ayuda a mejorar la economía y a potenciar la cultura, la gastronomía, el arte, etc., de ese país. Sin embargo, si los turistas dañan o no son conscientes de los daños que provocan al lugar, puede haber graves consecuencias:
- Contaminación del agua que impide tener más agua potable o practicar natación o buceo de manera adecuada.
- Impacto en el centro urbano habiendo sobrecarga de edificios (hoteles, hostales, urbanizaciones) y perdiendo la calidad paisajística por ejemplo habiendo hoteles a primera línea de playa o edificios históricos con edificios modernos.
- Contaminación visual en patrimonios histórico-culturales con graffiti, basura, etc.
- Contaminación acústica por el tráfico, la aglomeración de gente y los locales nocturnos.
¿Qué podemos hacer nosotros, como turistas, para ayudar la sostenibilidad de las ciudades, pueblos, países que visitamos durante nuestras vacaciones?
- Se debe reciclar o eliminar los deshechos de la manera más limpia posible.
- Utilizar el agua y la energía con moderación.
- Minimizar la generación de residuos.
- Proteger la flora y la fauna y no se debe adquirir ninguna planta o animal protegidos o en peligro de extinción.
- Se recomienda comprar productos de la cultura o el país para favorecer la economía y la cultura local.
- Por supuesto, respetar las culturas, tradiciones y costumbres locales. Se puede aprender mucho a través de ellas.
- Se debería buscar hoteleros o agencias que tienen garantías de calidad y respetan al medio ambiente.
¡Si somos conscientes y aportamos nuestro grano de arena podemos ayudar a nuestro planeta en general y al país que visitamos en particular!
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